En nuestro país se esta sucediendo un fenómeno polémico: convocatorias por Facebook para faltar a la escuela. Se denomina "rateada nacional". En algunas provincias también se las llama: chupina, yuteada.
Más allá de que esto es, por lo menos alarmante, muchas miradas adjudican el tema al comportamiento de los jóvenes, algunos a que es algo que deben atender los padres, otros a que esto responde al poco interés de los estudiantes en asistir a la escuela, otros a que esto es posible dada la convocatoria y la llegada que tiene facebook como red social.
Atendiendo a ésto último me gustaría, más que analizar este suceso -el de las rateadas-, pensar que si tantos son convocados, de alguna manera, podemos decir que las tecnologías sirvieron para unir a los jóvenes en una acción común relacionada a lo educativo. Claro, lo grave es que ese interés educativo es, justamente, no ir a la escuela.
A ver, lo que quiero destacar es que resulta evidente, que el uso de la tecnología está muy al alcance de los estudiantes y que no son sólo los que tiene acceso (económico) los que se sumaron a esta convocatoria.
Como una residente digital convencida de que las tecnologías pueden generar cambios en la educación, me animo a rescatar algo bueno en cuanto al impacto de la convocatoria.
Me disguta, sobremanera, que el análisis de las rateadas sólo se quede en que es un daño colateral o un "alerta" del efecto que tiene en los jóvenes el uso de la tecnología, de la Internet, particularmente, de las redes sociales,
Los saludo, con la esperanza de que alguna vez los estudiantes se autoconvoquen para asistir y no para "ratearse" de la escuela. Esperanza que no recae únicamente en el campo de lo tecnológico.
Más allá de que esto es, por lo menos alarmante, muchas miradas adjudican el tema al comportamiento de los jóvenes, algunos a que es algo que deben atender los padres, otros a que esto responde al poco interés de los estudiantes en asistir a la escuela, otros a que esto es posible dada la convocatoria y la llegada que tiene facebook como red social.
Atendiendo a ésto último me gustaría, más que analizar este suceso -el de las rateadas-, pensar que si tantos son convocados, de alguna manera, podemos decir que las tecnologías sirvieron para unir a los jóvenes en una acción común relacionada a lo educativo. Claro, lo grave es que ese interés educativo es, justamente, no ir a la escuela.
A ver, lo que quiero destacar es que resulta evidente, que el uso de la tecnología está muy al alcance de los estudiantes y que no son sólo los que tiene acceso (económico) los que se sumaron a esta convocatoria.
Como una residente digital convencida de que las tecnologías pueden generar cambios en la educación, me animo a rescatar algo bueno en cuanto al impacto de la convocatoria.
Me disguta, sobremanera, que el análisis de las rateadas sólo se quede en que es un daño colateral o un "alerta" del efecto que tiene en los jóvenes el uso de la tecnología, de la Internet, particularmente, de las redes sociales,
Los saludo, con la esperanza de que alguna vez los estudiantes se autoconvoquen para asistir y no para "ratearse" de la escuela. Esperanza que no recae únicamente en el campo de lo tecnológico.
Alejandra
Sí, imaginate convocatorias para asistir a una clase porque está buena. Es el camino fácil culpar a la herramienta, como me parece que sucede en tantos casos, lo que hace internet es mostrar, la red es un PUBLICADOR, cosas que siempre pasaron te las pone con lupa y por todos lados. Por eso irrita, será?
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